Carmen de Noriega nació en Santander en 1924 y falleció en Madrid en 2002 tras una larga y dolorosa enfermedad que sobrellevó con la fe en Dios y el buen humor que la acompañaron toda su vida. Madre de familia muy numerosa, fue una mujer corriente que supo vivir sus profundas convicciones religiosas con autenticidad y que dedicó los casi ochenta años de su vida a atender a su familia, a sus amigos y a todos los que la rodeaban.
La Fundación asume con su nombre su ejemplo de coherencia entre fe y vida.